¿Qué religión eres?




Estoy seguro que en más de una ocasión te han realizado esta pregunta: ¿Qué religión tienes?, algo que particularmente me causa un poco de disgusto cuando me la realizan. Primeramente porque es una forma de catalogar a las personas, y dependiendo de la religión que predomine en tu país será la manera en la que serás aceptado.

Si vives en un país cristiano seguramente tendrás mejor aceptación si eres cristiano. Pero si estás en un país donde el islam es la religión predominante, mejor te conviene ser del islam. Dios es geográfico. Ahora hay una respuesta que parece ser universal, bueno al menos en los países latinoamericanos, que causa impresión y que llegan a ver a la persona como alguien no grato para la sociedad, esta respuesta puede ser en diferentes maneras: ateo, agnóstico, libre pensador, humanista, entre otras, aunque acá entre nosotros inclusive hay ateos que no ven bien a los agnósticos pero en fin, ese podría ser otro tema.

El punto al que quiero llegar es el siguiente: ¿Cuál es la razón por la cual una religión tiene que definir a una persona?. El hecho de pertenecer a una religión no hace que la persona tenga capacidades superiores o diferentes a los demás, sencillamente tiene una creencia diferente.

Yo soy agnóstico, pero en muchas ocasiones prefiero decir que soy humanista ya que este último término es más “suave”, ya que al parecer la mayoría de las personas no lee entonces no sabe que un humanista es prácticamente alguien que no cree en dios o al menos es honesto en decir que no sabe.

Siguiendo con mi punto, ¿Realmente es importante que una persona tenga una religión?, pensemos en esto, tener una religión:

•¿Me hace más capaz de ejercer un puesto laboral?
•¿Me hace ser una persona más moral?
•¿Me hace ser una persona con capacidades que ninguna otra puede tener?

La respuesta a las preguntas anteriores es un ‘no’, por tener una religión no eres más capaz, por tener una religión no eres más moral y por tener una religión no tienes otras capacidades más extraordinarias que cualquier otra persona, sin embargo, hay muchos que consideran que si no crees en dios, o sea que tienes una religión, no eres alguien de confianza porque aquel que no cree que existe dios es alguien que “puede hacer lo que quiera”, y esto es absurdo, hay personas buenas que creen en dios así como hay personas malas que creen en dios, y lo mismo aplica para aquellos que no nos consideramos con religión.

¿Por qué preguntar siempre cuál es tu religión?, recuerdo que en una ocasión fui a una visita médica, la secretaria me pasó un formulario para llenarlo, y ¿adivina qué me preguntaba?, sí, me preguntaba mi religión, a lo que yo coloqué ‘Agnóstico’, ¡Para qué lo hice!, inmediatamente cuando el doctor lo leyó comenzó a tratar de convertirme. 

La etiqueta de la religión debe quitarse y vernos tal y cual somos, seres humanos. Al mundo venimos sin religión, son las enseñanzas que nos dan las que nos hacen creer que hay un mundo sobrenatural, el cual no está demostrado de que exista.

Considero importante que aprendamos a vivir y relacionarnos como seres humanos y dejar las etiquetas de la religión a un lado, ya que ésta sólo sirve para separar a las personas.



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