¿Por qué creemos en lo que creemos?

La diferencia que divide a nuestra especie de la de otros animales está en nuestra capacidad de pensar. El ser humano tiene creatividad, lo cual le ha dado el privilegio de crear e inventar la tecnología que al día de hoy conocemos y le permitirá mejorarla con el paso del tiempo; de ésta misma manera se tiene la capacidad de crear historias fantásticas.

Es innegable que cada uno de nosotros tenemos la "necesidad" de creer en algo, o quizá la necesidad de crear algo. Por mínimo que sea. Esta habilidad de moldear ideas es apreciable en los niños. Cuando observas a un niño te das cuenta que inventa juegos, personajes e historias. De alguna forma busca llenar los vacíos mentales, los cuales van desapareciendo en la medida en la que él o ella va creciendo. Ésta es la razón por la que ahora de adulto no crees en Santa Claus, el Ada de los dientes, entre otros. Todo esto que uno creía en su infancia se viene a convertir en anécdotas que nos cuentan los abuelos o los tíos de cómo ellos nos daban los presentes haciéndonos creer que era de alguien más.

Quizá tú no creíste en estas cosas, pero hay muchas personas que sí. Santa Claus, el Ada de los dientes han pasado a la historia. Entonces, ¿Por qué hay creencias que persisten con el paso del tiempo?. Durante mucho tiempo las personas creían que la tierra el centro del universo, después creyeron que era el sol, después que era nuestro sistema solar. Estas creencias han venido a ser sustituidas por la ciencia, quien ha promovido el juicio crítico y a replantear lo que creemos.

Aún así, todavía existen creyentes en una tierra de seis mil años. La ciencia nos dice que tiene más de 14 billones de años. Las creencias persistirán cuando hayan personas que las promuevan. Para comprender mejor cómo persisten las creencias  vamos a dilucidar cómo es que nacen.

En una carta que Richard Dawkins le escribió a su hija le expone en una parte como nacen las creencias. Dawkins le escribe que hay tres formas de creer: por seguir a una autoridad, por tradición y por revelación. Vamos a ver una breve descripción de cada una de éstas.

Las creencias por autoridad son aquellas que damos por cierto solo porque alguien "importante" lo dice. Muchas personas aprovechan su posición de influencia para crear una fe ciega hacia lo que dicen. Supongamos por un momento la siguiente situación: Un médico en la televisión afirma que comer cierta fruta ayuda a curar el cáncer. Afirma que la mayoría de los médicos no lo recetan porque perderían mucho dinero. Muchas que personas al escucharlo considerarán que es verdad, y le tendrán fe a ese fruto porque una persona con "autoridad"se los dijo. 

En la religión es muy visible este tipo de creencias. Hay personas que nunca cuestionarán a sus líderes religiosos porque ellos representan la autoridad impuesta por un ser supremo. Cada grupo considera que su líder tiene la razón y que los otros grupos están equivocados. Una autoridad puede levantarse y decirles que los del grupo B están equivocados, sólo ellos tienen la verdad; asimismo el otro líder les dice que son el grupo A quienes están equivocados.

Las creencias por autoridad lo único que logran es cegar más a una persona quien dejará de cuestionar por considerar verdadero lo que su líder enseña.

Las creencias por tradición son todas aquellas que nos han sido enseñadas desde nuestro nacimiento. En cada lugar donde el ser humano vive está lleno de tradiciones. Muchas tradiciones pueden tener años de existir; llegando a tal punto en que no se conoce su origen, sencillamente se creen porque así lo dicta la tradición.

Tú adoptas las tradiciones del país donde naciste. Si vives toda tu niñez y adolescencia en un lugar, a la edad adulta te vas a otro país, es seguro que tendrás choques por tus tradiciones. Algunas tribus tienen la tradición de hacerse cortes en la piel, a alguien de un país "civilizado" eso le podría parecer aberrante. Pero sencillamente son tradiciones diferentes.

Así mismo, si tú naciste en un país cristiano es casi seguro que serás cristiano. Si naciste en un país judío serás judío; si hubieras nacido en india es probable que tu religión fuera la hindú. La religión es parte de la tradición de un grupo de personas. He conocido a algunas personas que me han dicho que creen en dios pero sólo porque eso fue lo que les enseñaron. Algunos creen o creen que creen porque la sociedad en la que viven son creyentes. Es importante cuestionar en lo que creemos, si eso es porque fue enseñado o por convicción.

Pero también está el caso de aquellas personas que creen porque han tenido una revelación. Esto me lleva a la tercera forma de porque creemos. Muchas personas de forma honesta afirman que han creído en el dios que creen porque éste se les reveló. Lo curioso es que cada quien lo ve de acuerdo con las tradiciones del país en el que viven. Al menos en lo personal nunca he escuchado de alguien que diga que tuvo la revelación del dios de otra religión.

Cualquier forma de creencia debe estar sujeta a una prueba para comprobar su verdad. El cerebro tiene la capacidad de imaginar y de convencerse a sí mismo de que en lo que cree es verdadero. En lo personal no confío en todos mis recuerdos. Está comprobado que olvidamos la mayor parte de lo que percibimos. Nuestro cerebro se encarga de llenar los espacios vacíos con falsas memorias.

Estas formas de creencia aplican a varías áreas de nuestra vida. Desde aquellos que creen en la existencia de pié grande, los duendes, o cualquier entidad suprema. Todas deben estar sujetas al cuestionamiento y experimentación para comprobar su realidad. 

Como lo decía, cuestionar nuestras creencias no es fácil. Es más fácil cuestionar las creencias ajenas. Una persona de mente abierta, estará en la capacidad de cuestionarlo todo y de aceptar ante las pruebas que estuvo equivocado para corregir. Pero esto se logra cuando estamos dispuestos a sufrir desengaños.