¿Qué hay después de la muerte?




A inicios del mes de diciembre 2018 me encontré con un amigo que no veía desde hace tiempo. Aunque gracias a las redes sociales podíamos saber «en qué andábamos» cada uno. Cuando me vio —y después del respectivo saludo— una de sus primeras preguntas fue si aún creía en dios. A lo que le respondí que dependería del concepto que demos, pero eso será tema de otra entrada.

La pregunta que siguió posteriormente fue: ¿qué crees que hay después de la muerte? Me parece curiosa la pregunta porque emplea el término creencia, en lugar de aplicar los conceptos de conocimiento. No es lo mismo preguntar ¿qué pasa cuando morimos? que ¿qué crees que hay después de la muerte?

Ante esta pregunta lo primero que intentaré clarificar es la diferencia —que siempre hay que hacerla— entre creer y saber. 

Lo primero que respondí es «te voy a decir lo que sé que pasa al morir»: dependiendo de las causas de la muerte, mi corazón dejará de latir, mi cerebro intentará seguir viviendo y por eso estará enviando mensajes al resto del cuerpo. Ante la falta de oxígeno el cerebro empezará a fallar, y posiblemente tenga experiencias similares a los que muchos cuentan que son «cercanas a la muerte». Después de eso mi cerebro deja de funcionar. Poco a poco mis células empezarán a morir y el proceso de descomposición habrá iniciado.  Mis átomos volverán a la naturaleza.

Después le dije: «Ahora te diré lo que creo que sucederá»: muchas personas me van a extrañar, personas a las que amo jamás las volveré a ver. El bien que hice permanecerá en los recuerdos de muchos, pero también las maldades que cometí, intencionales o no, estarán en la mente de otras personas también. Creo que muchos me van a extrañar; creo que le haré falta  muchos de la misma forma que seres a quien quise me hacen falta.

Al morir creo, y espero, que me den un velorio y que sea enterrado. El tiempo continuará su marcha, mis descendientes también morirán de la misma forma que mi ascendencia ha muerto. 

No hay evidencia de que exista un alma; no hay evidencia de que exista una trascendencia de la consciencia. Por eso hay que amar y apreciar a las personas mientras están con vida. Saber que jamás volverás a ver, escuchar o hablar a un ser a quién quieres, te da la fuerza para apreciarlo mientras esté con vida.

Posiblemente pienses ¿eso es deprimente? quizá sí lo sea, pero como diría Richard Dawkins en su libro «Destejiendo el arcoíris»: «Todos vamos a morir... y eso nos hace los afortunados». El hecho de que tú vayas a morir significa que has tenido la oportunidad de experimentar la vida. Es mi deseo que sea una vida sin mayores complicaciones.

Pienso en que pensar que al morir no hay nada más, te podrá dar un motivo para disfrutar más tu vida. Pensar que esta vida es todo y ya, te puede motivar a querer dar lo mejor de ti.

Comentarios

  1. Experiencia personal, fueron unos minutos, lo recuerdo (hace unos 20 años):
    1. Los colores claros se desvanecen a Blanco Brillante
    2. Los colores oscuros (marrón, azul, negro) son lo último que se vé antes del Blanco Brillante total
    3. No hay túnel
    4. No hay familiares, ni ángeles, ni demonios, ni reptiles... ni nadie esperándome, estuve sólo
    5. No hay ruido, ni música, ni gritos, ni voz alguna, ni garras...
    6. Es muy tranquilo,
    7. El tiempo no se distorsiona
    8. No ví parte alguna de mi cuerpo, tampoco hablaba, me pareció un poco curioso... no tuve temor alguno
    9. Pasado un rato, todo ese blanco se vuelve aburrido
    10. No hay frío, ni calor

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