Hace casi dos años iniciamos en esta travesía conocida como La Pandemia del Covid-19. Han sido meses difíciles en los que hemos tenido que despedir a amistades y familiares.
Ahora en agosto 2021, aún hay personas que creen fervientemente que las vacunas contra esta ingrata enfermedad son para poner el chip, para poner el sello de la bestia y así poder controlarnos.
He conocido personas que se niegan a vacunarse porque su líder les ha dicho que no se pongan la vacuna. «Es el sello de la bestia» dicen algunos. Lamentablemente veo morir a personas que tuvieron la oportunidad de vacunarse, pero prefirieron aferrarse a su fe.
Los sanadores de la fe siguen sin aparecer. Aquellos sanadores famosos que realizaban sus noches de sanaciones continuan en silencio. Eso sí... pedir las ofrendas y diezmos siguen siendo necesarias.
Me causa tristeza ver tantas familias que sufren por el Covid; una enfermedad que mata sin importar la religión ni las creencias.
Esta pandemia demuestra:
- Que no existe tal cosa como los videntes ni profecías: nadie lo previó.
- Los sanadores de la fe son cobardes, ellos también andan con mascarilla.
- Las oraciones para que esto termine no sirve de nada.
- Que es importante cuidarnos a nosotros y a nuestras familias.
- La importancia de vacunarnos.
Comentarios
Publicar un comentario